miércoles, 8 de junio de 2011

“La situación de los qom es la de todos los indígenas chaqueños”

DISTINGUEN EN PARAGUAY A INVESTIGADOR DEL CONICET



El antropólogo argentino Diego Villar ganó el prestigioso Premio Susnik que cada año otorga el Museo Etnográfico Dr. Andrés Barbero de Asunción, en reconocimiento a sus investigaciones sobre los pueblos chané y chacobo.
 

Uno de los más rigurosos premios de la antropología mundial se concede cada año en Paraguay. Este año el Premio Susnik, del Museo Etnográfico Dr. Andrés Barbero de Asunción, fue ganado por un argentino. El de 2011 fue un premio de una magnitud y resonancia especiales, con más difundida convocatoria y visibilidad internacional por ser además el que corresponde al Bicentenario de la Independencia de 1811. A la francesa Isabelle Combès y a Diego Villar, investigador adjunto del CONICET, correspondieron los premios mayores. Las investigaciones de Villar se han centrado, desde hace años, sobre los pueblos del Chaco: que en los últimos meses los tobas / qom hayan ganado tapas y pantallas es una prueba innecesaria de la actualidad e importancia de su campo de estudio. “La situación de los qom –señaló Villar en diálogo con Tiempo Argentino– es la de todas las sociedades indígenas chaqueñas”. El trabajo de Villar sobre esta situación ha entusiasmado al actor argentino Viggo Mortensen, que ha colaborado con él y otros antropólogos en diversos proyectos en el área.

–¿Cuál es su trabajo?
–Mi proyecto de investigación analiza las relaciones entre las estructuras de organización social y el universo cosmológico en dos grupos de las tierras bajas sudamericanas: los chané del Chaco occidental y el piedemonte andino, y los chacobo de la Amazonia boliviana. Trato de comprender comparativamente ciertos procesos de cambio y continuidad en esas sociedades. También me interesa rastrear el juego de conexiones, transformaciones y relaciones tanto estructurales como históricas entre las sociedades indígenas de áreas culturales que la tradición académica muchas veces consideró antagónicas, como el Chaco, la Amazonia y los Andes.
–¿Por qué interesaron sus investigaciones en el Paraguay?
–Como el Gran Chaco puede considerarse como un área cultural, y como los chané son una sociedad “guaranizada” desde tiempos coloniales, me interesa mucho la situación indígena en Paraguay, donde existió una riquísima tradición antropológica, lamentablemente un poco olvidada por las modas académicas. Los ejemplos más obvios son Max Schmidt o Branislava Susnik, pero también hay otros valiosos estudios etnohistóricos, etnobotánicos, etnográficos o lingüísticos. Además, yo siempre quise conocer la Asunción colorida, bulliciosa, un poco melancólica que describe el novelista británico Graham Greene en Viajes con mi tía.
–¿Puede comentar de qué manera conoció a Viggo Mortensen y cómo se dio la oportunidad de trabajar juntos?
–Junto a mi colega Federico Bossert le propusimos hacer un libro sobre la obra de Max Schmidt y Branislava Susnik, que nos había impresionado muchísimo. Se entusiasmó y quiso viajar a Paraguay para seleccionar juntos el material. Solicitamos permiso a la Fundación La Piedad, que es la dueña de los materiales, y comenzamos a trabajar apuntalados por la generosidad sin límites del personal del Museo Etnográfico Dr. Andrés Barbero, entre quienes sería imperdonable no mencionar al menos a Adelina Pusineri y Raquel Zalazar. Seguimos trabajando en el libro y esperamos terminarlo este año. 

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